“Lo único constante es el cambio”– Heráclito

Los Organismos Internacionales, actores protagónicos del Derecho Internacional Público, representan agrupaciones estructuradas cuyo actuar se extiende por encima de las fronteras estatales, están dotados de capacidad jurídica y han sido creados con objetivos específicos, ya sea sociales, ambientales, culturales, económicos, sanitarios, entre otros.

No obstante, si bien cada Organismo cuenta con una misión y visión específica que rige su actuar, paradójicamente todos forman parte de la Sociedad Internacional que tiene una característica invariable: su variabilidad. Es propio de la Sociedad Internacional ser dinámica y cambiante durante el tiempo, se encuentra sujeta permanentemente a contextos, decisiones, posturas, acuerdos y disensos que provocan una constante evolución en sí misma, hecho que se replica evidentemente en las Organizaciones de la maravillosa y compleja esfera internacional.

A lo largo de la historia, se han podido visualizar grandes transformaciones mundiales, muchas veces como consecuencia de conflictos bélicos, nuevas configuraciones geopolíticas, descubrimientos tecnológicos, revoluciones sociales, etc. Hoy en día, se atraviesa una nueva transformación, empero, producto de una situación sanitaria que ha puesto en condiciones de emergencia a los países del mundo, siendo así que, ciertamente, este nuevo status quo ha influenciado las tendencias globales y los temas en agenda internacional, de forma particular, en cuanto a la actividad de los Organismos Internacionales, que ahora cuentan con nuevos Trendic Topics:

• La Organización Mundial de las Naciones Unidas, llevará a cabo de forma virtual, por primera vez en 75 años, su tradicional y del más alto nivel foro político: la Asamblea General, durante este mes de septiembre. Además, ha lanzado un Plan de Respuesta Integral de las Naciones Unidas frente al COVID-19, en la búsqueda de adopción de políticas que hagan frente a los impactos socioeconómicos, humanitarios y de derechos humanos provocados por la pandemia. Asimismo, se está negociando la Resolución Ómnibus sobre la Pandemia COVID-19, como un nuevo instrumento para brindar orientación específica a los Estados sobre acciones a tomar respecto del impacto de la pandemia, basándose en los principios de solidaridad y cooperación multilateral.
• La Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima autoridad directiva y coordinadora de sanidad internacional en el Sistema de las Naciones Unidas, que se centraba en temas como las Enfermedades No Transmisibles, desde luego que ha sido un actor clave, sino el mayor actor, en cuanto a conducir la situación sanitaria a nivel mundial, concentrando ahora todos sus esfuerzos para proporcionar orientaciones técnicas en búsqueda de combatir la nueva Pandemia.
• El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Organismo que ha liderado la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ha reconocido que la pandemia ha alterado la hoja de ruta de la humanidad, por lo que se ha planteado un nuevo vínculo entre el COVID-19 con cada uno de los Objetivos Mundiales, distinguiendo aún más la importancia del ODS 3: Salud y Bienestar.
• La Organización Mundial del Trabajo (OIT), agencia tripartita cuyo objetivo principal ha sido promover los derechos laborales, llevó a cabo en la primera semana de julio la reunión virtual denominada: COVID-19 y el mundo del trabajo, reconociendo que en el mundo laboral existe un antes y un después de la pandemia, y estimando enormes índices de desempleo, incertidumbre económica, así como nuevos escenarios en cuanto a las formas de trabajo.
• El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha enfocado sus proyectos de cooperación para financiar propuestas de cooperación y coordinación regional de políticas en el marco del COVID-19, redefiniendo su programa de préstamos 2020 para destinar más de $2,800 millones, específicamente para enfrentar la crisis sanitaria y a la vez económica en los países de la región.
• La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), como una de las 5 Comisiones regionales de Naciones Unidas, creada para contribuir al desarrollo económico de la región, ha creado un Observatorio específico sobre el COVID-19, para analizar el impacto económico y social de la pandemia en los países, a la vez que ha lanzado múltiples informes sobre temas económicos y sociales de cara al nuevo escenario global.

En suma, existen múltiples ejemplos de Organizaciones de carácter internacional que han tenido que reinventar sus planes, proyecciones y misiones para adaptarse y dar nuevas respuestas a raíz de la inédita coyuntura, por lo que es válido destacar la importancia de hacer un detallado seguimiento de estas nuevas tendencias, a fin de prevenir, evaluar y anticiparse a las mismas, tomando en cuenta que tarde o temprano podrían traducirse en nuevas formas o alianzas de cooperación internacional, cambios en política exterior y política internacional, nuevos tratados internacionales, acuerdos regionales y, eventualmente, nuevas políticas públicas a nivel nacional que afectarán el entorno jurídico y político que hoy conocemos.

Por lo pronto, lo único cierto es que todo es incierto…

Ana López

Especialista en Investigación y Análisis de tendencias globales en Asesoría Especializada (ASES). Realiza monitoreo de entornos políticos- regulatorios y stakeholders a nivel nacional e internacional para las estrategias de Asuntos Públicos.